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Foto del escritorAna Echeverria

Tu guía, paso a paso, para elegir una carrera profesional

Actualizado: 17 abr 2023



Parte 1

Elegir una carrera es una de las decisiones más difíciles a las que todos nos enfrentamos en algún momento. No siempre es fácil proyectarse hacia el futuro y, al sentir que es una decisión tan determinante en nuestra vida, nos llenamos de miedos y angustia. Para acompañarte en este proceso, te contaré en una serie de artículos cuáles son los criterios más importantes a la hora de escoger una profesión.

Desde hace siglos, y dependiendo de las particularidades del momento histórico, los seres humanos se han preguntado por su proyecto de vida. En el siglo XVII, por ejemplo, surgieron los primeros orientadores vocacionales, los sacerdotes, que asesoraban a los jóvenes para decidir si querían optar por la vida religiosa. Sin embargo, la mayoría de las personas elegían un oficio porque era la tradición familiar o lo esperado dentro de su clase social. Ya en la revolución industrial, con el interés por potenciar al máximo la productividad, se hizo relevante conocer las capacidades individuales de los trabajadores para seleccionar aquellos más compatibles con los nuevos puestos de trabajo.


Hoy en día somos privilegiados pues se ha rescatado el ser. Si bien todavía muchas veces son criterios económicos o familiares los que inclinan la balanza hacia determinadas profesiones, también es cierto que cada vez el deseo toma un lugar más central. Sabemos que el área laboral es una de las más importantes, pues pasamos una gran parte de nuestra vida trabajando. Entonces, la elección de una carrera profesional donde, además de un sustento económico, podamos encontrar satisfacción y realización personal, es una meta que todos compartimos.

¿Pero en qué momento debería tomar esta decisión, con qué criterios y qué garantías?


(En mi artículo ¿Cómo escoger una carrera profesional? te doy algunos tips muy prácticos que te ayudarán a responder esta pregunta. Haz clic aquí para conocerlos.)


Sé que es un tema que despierta muchas inquietudes, pero lo primero es derrumbar el mito de que la elección profesional es un momento aislado, puntual e irreversible. Realmente es un proceso que ha iniciado mucho antes de que nos percatemos de ello, a lo largo del crecimiento y maduración. Es ahí donde nos hemos formado unos rasgos de personalidad y hemos adquirido intereses y habilidades que nos hacen más propensos para desarrollarnos en unas determinadas profesiones o campos. También, en tanto proceso, se puede reevaluar, modificar o profundizar en diversas etapas. No se reduce a ese momento en que nos graduamos del colegio y sentimos la presión de decidir qué hacer con nuestra vida. Muchas personas pueden reconsiderar los estudios de pregrado que han elegido, otros podrán querer continuar con una educación de posgrado y también habrá quienes, habiendo cursado una carrera, quieran después desempeñarse laboralmente en algo distinto.


De ahí la necesidad de conocernos a nosotros mismos. Parece sencillo, pero con frecuencia nos cuesta reconocer nuestros talentos y, también, nuestros límites. Un excelente desempeño laboral se basa en que podamos realizar eficientemente las tareas propias de la profesión y también encontrar disfrute y agrado en ellas. Y para lograrlo, es primordial reconocer que hay unas condiciones básicas. Biológicas, por un lado, pues, por ejemplo, si no tenemos un excelente estado de salud no podremos llevar a cabo una carrera militar; y comportamentales, por el otro, pues requerimos una serie de habilidades, sea que las hayamos aprendido a lo largo de nuestra vida o que las queramos formar.


(Si deseas ampliar el tema de las habilidades imprescindibles para el mercado laboral actual, te invito a hacer clic aquí y leer mi artículo Potenciar habilidades blandas para trabajos duros).


Igualmente, no debemos olvidar que vivimos dentro de un contexto que influye en nuestras posibilidades y que las expectativas deben estar alineadas con el ambiente. Hay que soñar, pero también ser realista. Ya lo había dicho Frank Parsons en 1903 en su libro Choosing a Vocation: para orientarse profesionalmente es necesario, primero, conocer las habilidades, intereses y cualidades personales; segundo, conocer el mundo ocupacional, es decir, el estado actual del mercado laboral; y, tercero, lograr un equilibrio entre ambos. No sacrificar nuestros deseos y pasiones, pero sí conocer cuáles son las posibilidades en nuestro contexto.


Por hoy, quiero que te quedes con estas dos ideas esenciales. Primera: elegir una carrera profesional es un proceso que sin duda es fundamental, pero siempre está en evolución y cambio; hay lugar para la duda y la reflexión. Segunda: debe existir un equilibrio entre el interior y el exterior. Debes tomar en cuenta, por un lado, tus habilidades y aptitudes, tus valores, prioridades y pasiones; cada carrera, de acuerdo con los retos y oportunidades que plantea, será más afín a ciertos tipos de personalidad. Del otro lado, el exterior, debes conocer los diferentes planes de estudio que se ofertan en tu contexto, sus modalidades, costos, oportunidades de financiación, el campo de acción en tu contexto para ese perfil profesional y comportamiento del mercado laboral. En los próximos artículos abordaremos, paso a paso, todos estos factores para que logres encontrar el equilibrio ideal.

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